No permitía que el señor vea a sus hijos, situación que lo enfermó. En lo que puede considerarse un precedente, una señora fue condenada por violencia familiar a 4 años de cárcel en el Buen Pastor. Se trata de Cynthia C. M. (47), de Asunción.
La historia comenzó en el año 2016, cuando la señora hizo una denuncia por abuso sexual de uno de sus hijos contra su ex, pero fue desestimada.
Entre los días 4 y 8 de diciembre del año 2018, ña Cynthia se negó a entregarle sus hijos de 4 y 6 años a su expareja para su régimen de convivencia.
El señor estaba con su mamá (abuela de los niños) quien trataba de lidiar para retirar a las criaturas; además, el hombre tenía miedo de que invente cualquier denuncia en su contra, por eso la llevaba. Lo acompañaba también una trabajadora social.
Esa vez, ella le dijo “patotero”, “abusador de niños” y a su suegra la trató de loca. A la trabajadora social le dijo que miente en sus informes, además tironeó a sus hijos para que no se acerquen.
Involucró al MEC
Pese a tener la autorización para ver a sus niños, el hombre nunca podía llevarlos, entonces iba a pasar un rato con ellos en el recreo, con permiso en mano. Esta situación no agradó a la mamá, quien recurrió incluso al MEC para evitar el relacionamiento. De hecho, la profesora de los niños fue llamada a declarar. Esta dijo que los chicos pasaban bien con su padre.
Pasó un infierno
El señor aseguró que su exmujer decía que él era un abusador y otras cosas, para evitar que se acerque. Tuvo además tres denuncias de violencia en su contra, todas desestimadas. Por todo esto dijo estar enfermo de estrés, diabetes, además de que su vista está afectada y hace un tratamiento en la retina.
Es contador y perdió clientes al tener depresión leve. Además, tuvo que borrarse del circulo social, ya que le afectaba mucho la denuncia falsa por abuso, tanto que quiso acabar con su vida. “Buscar a mi manera descansar”, dijo.
3 condenas anteriores
Cynthia ya venía teniendo líos con la Justicia. El Tribunal concluyó que las penas anteriores “no sirvieron para reencausar su vida ni readaptarse”. Dice además que ella no pidió disculpas ni se arrepiente. Tenía domiciliaria.