Hernán Rivas se defendió ante un pedido de renuncia como representante del Senado en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). El pedido de la oposición no contó con los votos para ser tratado.
Después de toda la lista de oradores, donde hubo críticas de senadores de la oposición respecto a su figura como presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Hernán David Rivas tomó la palabra y se jactó de no contar con ninguna denuncia por corrupción.
Además, pidió al pleno que “crean en él” y le den la oportunidad “para demostrar que sí es capaz”.
“Algunos me cuestionan en lo personal, otros mi desempeño como miembro del Jurado de Enjuiciamientos. Yo fui designado como miembro cuando fui diputado y nunca tuve una denuncia de corrupción. Casi tres años, en un proceso electoral que tampoco lo utilicé para perseguirle a nadie. Muchos me dicen que hay ministros que tienen más títulos, es cierto, pero yo estoy tratando de capacitarme todos los días. Quiero que me den la oportunidad”, expresó.
Asimismo, pidió que no lo prejuzguen por ser parte de un partido o movimiento y que tiene intenciones de cambiar el Jurado. Sostuvo que ese es “su compromiso” y reiteró que espera que le den esa oportunidad.
“Somos ocho miembros con criterios propios, representantes de gremios, ministros de la Corte Suprema de Justicia. Hernán Rivas no actúa solo, somos ocho miembros con criterios propios”, sostuvo.
También sostuvo que no tiene un estudio jurídico como otros miembros del JEM y no lleva causas de manera independiente, que es el ámbito donde se da el tráfico de influencia.
“No es el presidente que con una resolución destituye al juez o al fiscal, quiero que me cuestionen con mi gestión, de acá a seis meses si reciben alguna denuncia de tráfico de influencia. A través de los estudios jurídicos se hace el tráfico influencia, David Rivas no tiene estudio jurídico. Hay miembros del JEM con estudios y nadie le cuestiona nada, llevan los juicios y tienen participación y nadie dice nada”, remarcó.
Respecto a sus deudas, reconoció que las tiene, pero aseguró que “no tiene ninguna empresa con el Estado” y que su sustento se basó siempre en los 30 años de trabajo de su mamá en un supermercado, gracias a quien pudo estudiar.
“Les prometo que no van a tener ninguna denuncia de corrupción. Tengo 37 años, pero me considero una persona honesta, transparente y de aquí a seis meses, o tres meses, me evalúen y cuestionen con mi gestión en la institución y ustedes saben que yo soy de un sector político, pero eso yo no lo llevo en la institución”, aseguró.
Rivas afirmó que las críticas con respecto al costo de su “champión”, reloj o deudas son de carácter personal y no debería estar aclarando, pero que de igual manera lo hará en su debido momento.
Finalmente, reconoció que no tiene la misma preparación con respecto a otros miembros en el JEM, como los ministros de la Corte Suprema de Justicia que lógicamente tienen más títulos, pero que él está tratando de capacitarse todos los días.