Desde el tipo de alimentos y líquidos que debemos consumir, hasta prácticas sencillas como ventilar el auto estacionado al sol antes de subir, y el nivel de temperaturas en la oficina, son recomendaciones que dan desde Rectoría y Vigilancia de Salud para evitar un golpe de calor. Lea con atención cada consejo.
Con el pronóstico a mano, resulta muy fácil tomar las precauciones necesarias para evitar un golpe de calor, considerado, por tanto, un factor prevenible, según informó el doctor José Ortellado, viceministro de Rectoría y Vigilancia, en una entrevista con medios de la capital.
Para comenzar bien el día, lo primero es tomar un vaso de agua en ayunas, para que el cuerpo pueda refrescarse, pues, cuando el organismo supera la temperatura interna, comienzan las complicaciones.
Al salir, llevar consigo un termo o un hopi de con agua para mantener la hidratación. Además, vestir ropa de colores claros, principalmente en el caso de quienes trabajan expuestos a los rayos solares.
En cuanto a los alimentos, todos livianos, no altos en calorías. Elegir verduras, frutas y, en todos los platos, evitar el elevado contenido en sal.
Si el sol da de lleno a la oficina, tratar de colocar cortinas o cubrir la entrada, a fin de que el ambiente permanezca a una temperatura adecuada, que, generalmente es de 22°C. Lo recomendable es que el interior registre unos 12 a 15 grados menos que el exterior.
CONOCER LAS SEÑALES
“Si empiezo a tener dolor de cabeza, no sé qué lo que me pasa, a veces tengo nauseas, puede que me falte airearme un poco. Si tengo sed, quiere decir que hay un déficit de casi u cuarto de agua”, comentó el doctor Ortellado.
En cuanto a los que sudan mucho, recordó que, el sudor no solamente implica pérdida de agua, sino de electrolitos. A este público les recomienda beber agua saborizada que contenga electrolitos, sodio, potasio y magnesio.
Respecto a los que deben entrar al auto, luego de haberlo dejado durante horas expuesto al sol, aconsejó ventilar el vehículo antes de subir, es decir, no abordarlo de una y marcharse, sin antes permitir que salga el tufo concentrado en el interior.
LOS OBREROS
Para los que trabajan netamente expuestos al sol durante casi todo el día, se insta a parar, refugiarse en la sombra y refrescarse cada dos horas como mínimo, a fin de evitar el golpe de calor.
“Le sugerimos sombrero o protección en la cabeza. Hidratarse más, usar protector solar en lo posible, trabajar con ropa de mangas largas”, expresó.
Recordó que, el cerebro es uno de los principales potenciales afectados ante este tipo de hechos.