De acuerdo con lo que sostienen en Uruguay, Sebastián Marset desarrolló una “carrera meteórica” en el mundo del narcotráfico. De iniciar en el narcomenudeo, con solo 32 años, se convirtió en el líder de toda una organización criminal a nivel internacional.

El periodista uruguayo Diego Martini Lemos reveló este jueves a través de medios capitalinos, los inicios en el negocio del narcotráfico de uno de los hombres más buscados en toda la región.

Se trata de Sebastián Marset, quien comenzó su “carrera” desde muy joven y se consolidó dentro de una organización transnacional.

El comunicador señaló que Marset comenzó primero en el narcomenudeo en Uruguay, en una línea de distribución de drogas, principalmente provenientes de Argentina con destino a otros líderes narcos.

Manifestó también que uno de los primeros trabajos “grandes” que realizó fue recibir droga que llegó por medio de una narcoavioneta, que estaba vinculada a un familiar del ex presidente paraguayo Horacio Cartes.

Poco después lo detuvieron y estuvo cinco años preso en Uruguay y se presume que en ese tiempo “forjó grandes amistades y contactos” con personas vinculadas al narcotráfico de Paraguay y Bolivia.

Apenas salió en libertad, decidió migrar y se asentó en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, donde ya comenzó a montar su estructura criminal, bajo la dirección de Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, el principal investigado del megaoperativo A Ultranza Py.

“Tuvo una carrera meteórica, empezó muy joven, distribuyendo droga para personajes más poderosos, siempre en el narcomenudeo, y luego empieza a vincularse con personas más importantes en prisión, después ya migró hacia Bolivia y Paraguay”, recalcó.

El periodista sostuvo que Marset es conocido por tener una personalidad “muy acuciante, muy fuerte, muy compradora”, además de calificarlo como “muy inteligente para este tipo de negocios”, por lo que en poco tiempo incluso llegó a establecerse como líder narco en la hidrovía.

En ese sentido, indicó que el prófugo es catalogado como el “gerente de la hidrovía”, ya que con Miguel Insfrán y toda su estructura se encargaban de organizar el envío de la droga que pasa por Uruguay y tiene como destino varios puertos de Europa.

Martini explicó que las autoridades uruguayas no están buscando actualmente a Sebastián Marset, porque ya cumplió su pena por narcotráfico, en el tiempo en que también fueron procesadas y encarceladas su ex pareja y su ex suegra.

Dijo que, por más de que Insfrán ya fue detenido, Marset sigue operando por las mismas vías y se presume que la carga de cocaína que fue incautada en Hamburgo, Alemania, también estaba vinculada a él.

“Ahora, con Miguel Ángel Insfrán detenido, está liderando el esquema. Marset también se encargaba de una de las etapas claves del narcotráfico, que es el lavado de dinero, mediante empresas fantasmas que se montaron, así como los clubes deportivos, como el Deportivo Capiatá y el Rubio Ñu”, acotó Martini.

Asimismo, tampoco se descarta que sigue realizando negocios en Uruguay. Relató que solo meses atrás, en una zona portuaria de ese país, también se encontró una carga de drogas en tablas de madera, con la marca de “El rey del sur”. Con dicho nombre también se lo conoce a Marset.

En todo momento, el periodista uruguayo manifestó que en Uruguay les “sorprende mucho” la forma en la que Marset logró establecerse en ese mundo criminal, por lo que incluso se lo compara con la figura de Pablo Escobar.

Clan Marset cooperaba con estructura

El viceministro de Interior de Bolivia, Jhonny Aguilera, informó recientemente que Diego Nicolás Alba Marset, de 22 años, fue identificado en Santa Cruz de la Sierra, en la misma zona donde vivía Sebastián Marset hasta hace unos días.

Se trata del hermano del presunto capo narco, quien también se movilizaba con tres cédulas de identidad falsas: una de Paraguay, una de Brasil y otra de Uruguay, presuntamente para evitar ser capturado y pasar desapercibido de las autoridades.

Sobre el punto, el comunicador Martini recordó que prácticamente todo el núcleo familiar de Marset formaba parte de su organización criminal desde un inicio y que todos siempre se mantuvieron cercanos a él, evadiendo a las autoridades.

Dijo que, según fotos que se revelaron en 2019, lo acompañaban su esposa actual, Gianina García; su madre y la pareja de esta, además de su padre y dos de sus hermanas, Ximena y Cindi, sin descartar a Diego Nicolás.

Recordó también que su ex pareja, con quien tuvo un hijo, estuvo implicada en su organización años anteriores, por lo que incluso quedó presa por ello. No obstante, cuando esta recuperó su libertad, se apartó del grupo y aparentemente ya no volvió a involucrarse.

Búsqueda sigue entre escándalos

Pese a las diversas órdenes de captura que pesan en su contra, Sebastián Marset se mantiene prófugo desde hace tiempo y ahora los procedimientos para detenerlo a él y a sus familiares se intensifican tanto en Bolivia, como en Brasil y Paraguay. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) también lo requiere.

Desde la clandestinidad, presuntamente se comunicó con periodistas para enviar un mensaje. Según informó el medio boliviano Unitel, a través de WhatsApp envió un video en el que afirmaba que el director antinarcótico de Bolivia le avisó del allanamiento a su residencia, con lo que logró huir.

“Gracias a la ayuda del director de la FELCN logré irme, porque él me avisó que el ministro ya había dado orden de aprehensión contra mí y bueno agarró una platita y me avisó que me fuera”, acusó Marset sin dar nombres.

El periodista Diego Martini también resaltó este hecho y dijo que es “curioso” que Marset haya decidido expresarse de la misma manera en que lo hizo justamente un año atrás. En agosto del 2022, desde la clandestinidad, también había enviado videos a un medio uruguayo para brindar algunas declaraciones.

El viceministro Aguilera, en tanto, intentó negar los entredichos recientes del presunto capo narco y sostuvo que Sebastián Marset puede culpar a cualquiera solo para desviar la atención.

Mientras tanto, la dirección nacional del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) acusó a “algunas autoridades” bolivianas de “proteger” al narcotráfico, ante su “fuga sospechosa”.

“El escándalo de la fuga sospechosa e inexplicable del narcotraficante Sebastián Marset ha puesto en evidencia ante la opinión pública nacional e internacional que algunas autoridades en vez de combatir al narcotráfico lo protegen”, expresó el MAS en un comunicado.

En ese sentido, la cúpula del MAS señaló que “si este ‘pez gordo’” buscado incluso con alertas de presidentes de países vecinos, revela en un video que recibió protección y colaboración de un director de la FELCN, corresponde la “inmediata aprehensión e investigación de ese presunto cómplice”.

“De otro modo, se comprenderá que la grabación obedece a un intento coordinado de salvar al ministro de Gobierno (Eduardo del Castillo), principal responsable de la inexplicable residencia, ostentación y posterior escape en Santa Cruz de quien es señalado como cabecilla de uno de los cárteles más poderosos de la región”, advirtió el partido oficialista.

Para el MAS, este caso “demuestra que los ‘operativos más grandes de la historia’ sin capturas de narcotraficantes eran cortinas de humo” y que “era una falsedad” la “campaña de estigmatización del Trópico de Cochabamba”, dominio político del ex presidente Evo Morales y una de las principales regiones productoras de la hoja de coca.

Varias instituciones de Bolivia son blanco de críticas por la facilidad con la que Marset logró establecerse en el país con documentos de identidad falsos, fundar y jugar en un equipo de fútbol de Segunda División y manejar grandes cantidades de dinero sin que esto levantara sospechas.

A Marset también se lo relaciona con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo del 2022, en Colombia; es requerido por la Europol e Interpol, mientras que en Uruguay no tiene ninguna causa abierta, aunque las autoridades aleguen interés en su detención.