El papa León XIV instituyó a los tres primeros ministros catequistas del Paraguay, el domingo 28 de setiembre, durante la misa de clausura del Jubileo de los Catequistas en la Plaza de San Pedro, en Roma. Roberto Cabello, de la Diócesis de San Lorenzo, Mirna Núñez Venialgo, de la Diócesis de Concepción, y Severiano Obriden Parada Saldívar, del Vicariato Apostólico del Pilcomayo, recibieron un crucifijo como signo de su vocación, entre los 39 nuevos catequistas en el ministerio laical.
La Coordinación Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal Paraguaya celebró este hecho histórico con una publicación en redes sociales, que expresa: “Que su ministerio esté lleno de amor, sabiduría y entrega, llevando la Palabra de Dios a todos los rincones de nuestro querido Paraguay. Que sean siempre instrumentos de paz y esperanza, acompañando con fe y compasión a nuestras comunidades”.
La agencia de noticias católicas en español ACI Prensa publicó una entrevista con Severiano Obriden Parada Saldívar, oriundo de Filadelfia (Boquerón), en el corazón del Chaco paraguayo, quien pertenece a la etnia indígena guaraní. El medio relata que, cuando era niño, el catequista veía a los misioneros Oblatos de María Inmaculada llegar a sus aldeas: “Con mucho entusiasmo, daban catequesis, nos hablaban de Dios y me imaginé que en el futuro yo también podría ser catequista”, comentó Severiano.

Los tres flamantes ministros laicales del Vaticano integraron una delegación de 64 catequistas paraguayos, procedentes de seis jurisdicciones eclesiásticas, que participó de las jornadas jubilares del 26 al 28 de setiembre, y que fueron acompañados por el monseñor Edmundo Valenzuela, así como los presbíteros Fermín Castellano y Ronaldo Ocampos.
El ministerio laical de catequista fue creado por el papa Francisco (fallecido el 21 de abril de 2025) a través del documento Antiquum ministerium, el 10 de mayo de 2021, y utilizado por primera vez el 23 de enero de 2022. Este ministerio es un servicio que se presta a la parroquias y diócesis siguiendo las necesidades pastorales y los criterios indicados por el obispo.