La detención de dos hombres acusados de ‘destinar’ 200.000 guaraníes para asesinar a una rea del penal de mujeres del Buen Pastor, se va aclarando en cuanto la presunta motivación.
Ángel Espinoza y Miguel Sosa son los aprehendidos en torno al caso de la orden para matar. Al primero se lo sindica como el que pidió al otro, que, con esa suma de dinero, ‘contrate’ a una interna que se ocupe de asesinar a Rosaline Machado Vieira, condenada por tráfico de drogas.
Pero lo que se tenía como un caso de ‘ajuste de cuentas’ (el mandante tiene antecedentes policiales y judicial) por asuntos de negocios ilegales, tuvo un inesperado giro.
Y ello se dio hacia la dirección de una trama pasional. Espinoza mantenía una relación sentimental con Rosaline, hasta hace poco, cuando ella le anunció su decisión de romper la conexión afectiva.
Entonces el despechado, siempre según datos de la pesquisa, comisionó a un amigo, Miguel Sosa, que hacía visitas al penal, para gestionar a una rea que atente contra la vida de su expareja.
Para mal de los dos hombres, la presa elegida para llevar a cabo el mandato criminal no solo no aceptó la propuesta, sino que comunicó a la dirección sobre el proyecto.
Ahora ambos sujetos deberán hacer frente a un proceso judicial, por lo que, se descuenta, recibirán una penalización correspondiente a la gravedad de sus intenciones.