A las 22:00 feneció el plazo que habían impuesto los secuestradores de Óscar Denis y Adelio Mendoza para la liberación de sus líderes, los secuestradores Carmen Villalba y Alcides Oviedo que se encuentran presos. La exigencia era a toda luz incumplible, ya que escapaba de las posibilida de los familiares y también desde el punto de vista legal al gobierno. Desde las familias de las víctimas cedieron a todo lo que estaba en sus manos, mientras los criminales ni siquiera dieron una prueba de vida o liberaron a Adelio, como habían prometido.
Desde el pasado viernes, cuando los criminales hicieron llegar sus exigencias para la liberación del exvicepresidente Óscar Denis y su colaborador, Adelio Mendoza, los familiares de ambos hicieron un esfuerzo inhumano, para sobrellevar la angustia y cumplir las exigencias de los criminales.
Es así que procedieron a la entrega de kits de víveres con las inscripción “gentileza” del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que de hecho con un gesto de altísima dignidad rechazaron varias comunidades de indígenas y campesinos de escasos recursos desde la zona norte del país.
Los criminales por su parte, ni siquiera retiraron los medicamentos que son indispensables para Denis, que sufre achaques propios de la edad y enfermedades de base y que podrían verse empeoradas por la situación que atraviesa. Tampoco hasta el momento han liberado a Adelio, como habían prometido entre las 4 hojas de panfletos que entregaron a la familia como exigencia.
No obstante, el plazo máximo dado por los delincuentes se vencería el sábado 19, fecha límite impuesta para la entrega de víveres y en su panfleto advierten que «en caso que no cumplan en ocho días, el caso quedará como cerrado y el retenido fusilado”, refiriéndose a Denis, ya que en el caso de Adelio, había dicho que sería “liberado en una zona segura para protegerse de la fuerza de tarea criminal FTC”.
Lejos de despertar aceptación con las “donaciones” a costa del chantaje, la ciudadanía repudió mediante multitudinarias caravanas el secuestro y exigió la liberación de todos los secuestrados, teniendo en cuenta que también siguen privados de su libertad por parte de los mismos criminales el oficial Edelio Morínigo y Félix Urbieta.