La franja de personas de entre 15 y 30 años de edad que no estudia ni trabaja representa el 13% del total la población juvenil. Son cerca de 260.000 jóvenes condenados a la pobreza ante falta de oportunidades, según alertan. Se impulsan algunos programas para incluirlos, pero son insuficientes.

El peligroso avance de la franja de población juvenil que no trabaja ni estudia, denominada también población “nini”, es una problemática que amenaza la productividad y el crecimiento económico a largo plazo de los países, advierten organismos internacionales.

El caso paraguayo no es la excepción y si bien la numerosa población juvenil en nuestro país siempre se ha destacado como gran ventaja para la productividad y el futuro económico nacional, al menos el 13% de esta franja está en riesgo de seguir engrosando las cifras de pobreza debido a que no tiene una ocupación fija, como el estudio o empleo.

Según datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) dados a conocer la semana última, en la franja de 15 a 19 años totalizan casi 65.000 jóvenes en esta situación; entre los 20 y 24 años, figuran 106.000, y entre 25 a 29 años otros 90.000 que no tienen una actividad fija, no están estudiando ni están buscando empleo.

Por otra parte, casi el 50% de la población juvenil hasta 30 años se dedica exclusivamente a trabajar. La tasa de jóvenes que están asistiendo regularmente a centros educativos (colegios, universidades) llega a apenas al 38%.

La falta de oportunidades, la inexperiencia, educación deficiente y la baja calidad de mano de obra son algunos de los motivos que frenan la inclusión de jóvenes en el mercado laboral.

En cuanto a la franja de mujeres “nini” mayormente del campo, la economista Verónica Serafini indicó que la mayoría se dedica a tareas domésticas no remuneradas, por lo que generalmente tampoco pueden estudiar.

Abc Digital.