Según cálculos estimativos, en Alto Paraná existen al menos 50 mineradoras de criptomonedas que trabajan clandestinamente y que mensualmente generan pérdidas de hasta US$ 40 millones a la Ande, esto en contubernio con funcionarios corruptos de la estatal.
Las mineradoras se encuentran instaladas en depósitos o galpones, en su mayoría en Ciudad del Este y alrededores. Es sabido que las máquinas trabajan 24 horas sin parar, lo que representa un enorme consumo de energía eléctrica. Para evitar pagar el consumo que corresponde, los dueños de las mineradoras pagan coimas a los funcionarios de la Ande que se encargan de manipular el sistema para beneficiarlos.
La mayoría de los dueños de las mineradoras son brasileños, quienes justamente huyen de su país por el alto costo de energía eléctrica que deben pagar para el funcionamiento de sus máquinas. Aquí se encargan de “aceitar” a algunos funcionarios corruptos de la Ande y trabajan tranquilamente.
En los departamentos de Central y Guairá también existen algunas mineradoras de criptomonedas, pero las mismas funcionan legalmente y pagan la energía consumida como corresponde.