La festividad comenzó con una ceremonia religiosa en la capilla de la comunidad, seguida de una solemne procesión en la que la imagen de San Blas recorrió las principales calles del lugar. Los vecinos se reunieron en torno al oratorio, aprovechando la amplia sombra para compartir instantes de unión y alegría.

Posteriormente, se inició el «karu guasu», donde se sirvió un menú típico que incluyó asado y sopa, reuniendo a familias y amigos para convivir y festejar. Los organizadores resaltaron la importancia de estas actividades para fortalecer los lazos comunitarios y rendir homenaje al santo, recordado por su valentía y devoción.

El presidente de la comisión de la capilla, Pedro Medina, manifestó su satisfacción por el apoyo y la participación de toda la comunidad, mientras que el diácono Raúl Escobar explicó brevemente la historia de San Blas, quien fue un fiel servidor de la iglesia y hoy es reconocido como un símbolo de protección y fe para sus seguidores.