El canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, presentó hoy su renuncia al cargo, horas después de que se conociera que quiso presionar a una subsecretaria de esa cartera para ocultar información a la Justicia sobre el otorgamiento de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset.
La noticia de la renuncia fue revelada por Telenoche y confirmada por los diarios El País y La Diaria, que detallaron que Bustillo conversó la decisión con el presidente Luis Lacalle Pou, que estaba hoy en Estados Unidos.
Un rato después, la dimisión fue oficializada en la cuenta oficial de los Medios Públicos en la red X y trascendió la carta con que Bustillo dimitió.
«Deseo manifestar que no hubo nada ilegal en la tramitación del pasaporte tramitado para el señor Marset, en cuya instancia tampoco tuve participación ni conocimiento alguno», afirmó el flamante exministro en ese texto.
«Por supuesto, tampoco mentí o me aparté de la verdad en la interpelación parlamentaria», aseguró, y apuntó a la entonces vicecanciller: «La Dra. Ache, descontextualizó conversaciones y obró de mala fe».
Bustillo subrayó que «las cosas no son como se las ha mostrado, pero resultan suficientemente sensibles como para haberle presentado la inmediata renuncia al Señor Presidente».
La exsubsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Ache entregó hoy a la Fiscalía unos chats que cruzó con el hasta hoy canciller, en los que este le sugería que “pierda” el celular para evitar darle a la Justicia conversaciones vinculadas a la entrega del pasaporte uruguayo al narcotraficante Marset.
Luego de que esta información tomara estado público, el Frente Amplio (FA) había reclamado la renuncia de Bustillo y una explicación de Lacalle Pou.
Medios montevideanos señalaron que Lacalle Pou estuvo en contacto con su segunda, Beatriz Argimón, y atribuyen a fuentes del Ejecutivo la idea de que presidente y vice esperaban que Bustillo renunciara por su cuenta, sin que hubiera que pedírselo explícitamente.
El mandatario está en Estados Unidos, donde se reunirá con su par local, Joe Biden, y participará de una cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP).
Marset es un delincuente que en la última década actuó en Uruguay, Paraguay y Bolivia. Está involucrado en el transporte de cocaína al hemisferio norte, entre otros graves crímenes, y en una breve detención que tuvo en Qatar presentó un pasaporte uruguayo vigente.
En agosto último, logró escapar de un operativo policial en Bolivia, donde se investiga ahora si tuvo ayuda policial y de funcionarios.
En Paraguay se sospecha, además, que puede tener relación con el asesinato, en mayo del año pasado, del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, muerto a tiros en una playa de Cartagena, Colombia, durante su luna de miel.
En la conversación filtrada, Bustillo le dice a Ache que el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, es “un tarado”, pero que no va a dar la información que reclamaba la Justicia, vinculada a las conversaciones con ella sobre Marset, y advirtió que si lo hacía, “se incrimina solo”.
Maciel fue el primer funcionario que compareció ante la Fiscalía y evitó hablar con la prensa sobre el caso.
Bustillo se refiere a las conversaciones del 21 de septiembre y el 3 de noviembre de 2021, en las que Maciel le consulta a Ache sobre la detención de Marset en Dubai y le advierte que es un narcotraficante “pesado y peligroso”.
“Yo no creo que Maciel sea tan tarado de blanquearlos, se pegaría un tiro en el pie. Maciel no zafa mandándote al frente a vos, no zafa. Los únicos que podían detener la expedición del pasaporte o no es el Ministerio del Interior. Más allá de la alerta que te haya dado, eso no le quita la responsabilidad a él, superlativa cuando él sabía que había una investigación contra este tipo, me parecería un anormal si hace eso, se incrimina solo”, expresó Bustillo en la conversación con Ache.
Cuando la exsubsecretaria le planteó que Maciel ya había “volanteado” esas conversaciones, Bustillo respondió: “Sí, porque es un tarado, pero yo creo que a esta altura tiene que haber reflexionado y darse cuenta que no zafa por ahí; yo creo que el tipo es un tarado”.
“Que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular… Estoy imaginando escenarios (…) hay que ir sorteando esto es paso a paso”, apuntó el canciller.
En otro audio, Bustillo le dice que va a tratar de hablar con Carlos Mata -director de Asuntos de Frontera- en busca de evitar entregar los chats en la investigación administrativa y sortear la indagatoria de la funcionaria Karina Antelo: “Que por lo menos no guaranguee con las preguntas, que mande a un tercero y que no sea tan incisivo”.
Cuando Ache le dice que no hay manera de no entregar los WhatsApp, Bustillo le responde: “Busquemos la vuelta para que no tengas que entregar eso porque ahí te dejan repegada, al cuete. Dejame hablar con Mata para ver si hay algún tipo de forma en la que él pueda hablar con la tipa (la funcionaria sumariante) e incidir”.
Ache le plantea a Bustillo que igual después esos mismos chats se los va a pedir la Fiscalía en la investigación penal, a lo que el ministro de Relaciones Exteriores le responde: “Eso es otro cantar, acá hay que ir ganando tiempo y llevándola”.
Además, Ache aportó a la fiscalía documentación para probar que el asesor de Presidencia de la República Roberto Lafluf destruyó un acta notarial de la Cncillería que contenía los chats y le pidió a ella que borrara los mensajes y certificara con una escribana que esos mensajes no estaban en su celular.
En ese contexto, el fiscal de Delitos Económicos y Complejos de primer turno, Alejandro Machado, estaba evaluando la posibilidad de disponer la reserva de esa declaración, por lo que la causa continuaría sin que los abogados de los otros investigados tengan acceso a la declaración de Ache.
A la salida de su declaración, en conferencia de prensa, Ache manifestó que renunció a su cargo por negarse a “cometer un delito”.
La declaración de Ache fue rápidamente tomada por el opositor Frente Amplio, que reclamó la renuncia de Bustillo y explicaciones del gobierno por medio del senador Alejandro Sánchez. Además, el Secretariado del FA hizo una reunión de urgencia para evaluar el tema.
Sánchez dio una conferencia de prensa en la que exigió “un acto de honradez de parte del gobierno” de Lacalle Pou, porque se trata de “un escándalo de proporciones inimaginables para el Uruguay”.
“El gobierno tiene que salir a explicar” la situación “al pueblo uruguayo”: cómo es que “altas autoridades del gobierno se reunieron para hacer desaparecer un celular, para no entregarle información a la Justicia, para venir a mentirle al Parlamento”, continuó Sánchez.