El niño de 12 años envió un audio pidiendo dinero antes de que ambos se desvanecieran sin dejar huella. La Fiscalía y la Policía activaron el protocolo de búsqueda.
La tranquilidad de la comunidad de Nueva Esperanza, en el distrito de Horqueta, Departamento de Concepción, se vio alterada el martes 20 de mayo cuando Eliodoro Vega Giménez (47) y su hijo Pedro Antonio (12) no regresaron a su hogar. Su desaparición conmocionó al barrio, ya que el último indicio de su paradero llegó en un sobrecogedor mensaje de voz enviado por el menor a uno de sus empleadores.
Según informó la denuncia interpuesta por Nelson Rober Otero Jara (56), ambos salieron de la granja “Rancho Coco” donde Vega Giménez trabajaba como olero a las 10:30 de la mañana con rumbo a su vivienda, ubicada en las inmediaciones. A las 11:00 aproximadamente, el encargado de la granja, Julio César Velázquez Cabrera, recibió desde el número de Pedro Antonio un audio de WhatsApp solicitando un giro de G. 30.000, con el argumento de que ambos ya se encontraban saliendo de su casa. Desde ese momento, ningún familiar ni vecino sabe de su paradero.
La Comisaría 3.ª de Horqueta intervino de inmediato tras la denuncia y dio aviso a la asistente fiscal Norma Fernández, quien dispuso activar el protocolo de búsqueda en coordinación con la División de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional. “Se ha procedido a recorrer los caminos vecinales, revisar paradas de transporte público y puntos céntricos de la ciudad, sin obtener hasta ahora indicios concretos”, explicó uno de los oficiales a cargo de la investigación.
En paralelo, el Ministerio Público elevó los antecedentes del caso a la Fiscalía Regional de Concepción para seguir de cerca cada avance. Familiares de Eliodoro y Pedro Antonio se mantienen a la espera de cualquier novedad y han solicitado a la población que brinde cualquier información relevante, por más insignificante que parezca. Las autoridades habilitaron el número (0982) 285-199 para recibir datos que puedan contribuir a localizar a padre e hijo.
El drama ha sacudido a los vecinos de Nueva Esperanza, quienes describen a la familia Vega Giménez como trabajadora y reservada. “Eliodoro siempre era puntual en su trabajo y muy apegado a su hijo. No tenemos referencia de que tuvieran problemas con nadie”, comentó una vecina que prefirió no ser identificada. El silencio tras el breve mensaje de Pedro Antonio ha generado preocupación sobre si ambos podrían haber sido víctimas de un engaño, o si decidieron alejarse por voluntad propia.
Mientras avanzan las pesquisas con registros de llamadas, análisis de cámaras de seguridad y rastreo por agencias de transporte la comunidad se organiza en grupos de búsqueda voluntaria para inspeccionar zonas rurales y barrancas cercanas. La Policía Nacional anunció además que consultará con organizaciones de protección de la infancia para descartar cualquier indicio de trata o sustracción de menores.
La etapa inicial de la investigación se centra ahora en dilucidar desde dónde fue enviado el audio de WhatsApp y si alguna persona más intervino en esa comunicación. Los agentes también revisan los movimientos bancarios y financieros del número telefónico de Pedro Antonio, en busca de la posible recepción del giro solicitado. Cada pieza de información resulta clave para romper el silencio que rodea el caso.
La comunidad y las autoridades coinciden en la importancia de la colaboración ciudadana. “Cualquier dato, por mínimo que parezca, puede ser vital para traer de vuelta a Eliodoro y su pequeño”, insistió la asistente fiscal Fernández.