El operativo Veneratio continúa en Tacumbú con la requisa de armas, alcohol y droga que aún quedaron tras la gigantesca intervención policial que dejó 12 muertos. De acuerdo con los agentes, la cárcel está controlada y los internos responden tranquilamente las instrucciones.
Un contingente de policías antimotines de la Agrupación Especializada y de las Fuerzas de Operaciones Policiales Especiales ejecutó una nueva intervención en Tacumbú en el marco del operativo Veneratio.
El comisario Omar Méndez, quien se encuentra en pleno procedimiento, explicó que se están requisando mayormente armas blancas, alcohol y drogas.
De acuerdo con el jefe policial, no se registran incidentes y todos los internos acatan las orientaciones para salir de sus celdas y someterse a la revisión. “Prácticamente normal es la situación acá en la penitenciaría”, expresó.
En ese sentido, comentó que la situación cambió casi en un 100% con el megaoperativo Veneratio, que movió a más de 2.000 agentes policiales y militares con el objetivo de desarticular el clan Rotela y de trasladar a unos 700 internos a otras penitenciarías.
Con relación al pabellón denominado por el clan como La Jungla, Méndez mencionó que allí ya nadie se identifica con el grupo criminal y que el lugar está totalmente controlado por las autoridades penitenciarias.
El mayor operativo ejecutado en Tacumbú se ejecutó el 18 de diciembre en medio de un enfrentamiento, cuyo resultado fue el fallecimiento de 11 presos y 1 policía. Aunque el Gobierno calificó como un éxito la recuperación de la penitenciaría que era controlada principalmente por el clan Rotela, organizaciones expresaron su preocupación por las muertes bajo custodia estatal.
Una semana después, el procedimiento continuó en una zona vip del penal, donde se requisaron una gran cantidad de armas blancas, bebidas alcohólicas, televisores, celulares, acondicionadores de aire y hasta aparatos de gimnasia.