El nuevo Congreso argentino quedó instalado este jueves con la bancada que apoya al presidente electo Javier Milei en minoría en ambas cámaras, lo que puede condicionar las reformas radicales que propondrá el ultraderechista tras asumir el poder el 10 de diciembre.
Milei tiene previsto solicitar el lunes, en su primer día en el gobierno, la apertura de un período extraordinario de sesiones para tratar un ambicioso paquete de reformas económicas que incluye recortes del Estado para reducir el déficit fiscal y contener una inflación superior al 140 %.
La Libertad Avanza (LLA), el partido de Milei, reúne sólo 40 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y apenas siete de los 72 asientos del Senado. El peronismo vuelve por su parte a la oposición como primera fuerza en ambas cámaras, con 105 diputados y 33 senadores, y aparece como el mayor obstáculo para el nuevo gobierno en la aprobación de leyes, junto con los cinco diputados de la izquierda.
Entre los aliados con los que contará Milei en Diputados está el partido derechista Pro, del expresidente Mauricio Macri, con 40, y la centrista Unión Cívica Radical (UCR), con 35. En menor medida aparece la centrista Coalición Cívica (CC, 6) y un conjunto de peronistas disidentes y legisladores de partidos provinciales (26).
En el Senado, LLA contará eventualmente con el apoyo del bloque Juntos por el Cambio (24), la alianza que conforman el Pro, la UCR y la CC desde 2015, y negociar con fuerzas provinciales (8). El quorum mínimo para sesionar y aprobar normas en la cámara baja es de 129 diputados y en la cámara alta de 37 senadores.
En Argentina, diputados y senadores son elegidos en representación de un partido político pero la banca es personal, lo que les permite integrarse después a otros bloques. Según la tradición legislativa local, las dos cámaras serán presididas por LLA. Martín Menem, sobrino del fallecido expresidente Carlos Menem (1989-1999), será el titular de Diputados, y Francisco Paoltroni del Senado.