El animal había sido adquirido recientemente por Silvio Mancuello en dos cuotas, con esfuerzo y esperanza junto a su esposa, para tener un ahorro y dar de beber leche a su hija de 4 años.Foto referencial: es.123rf.com.
El animal había sido adquirido recientemente por Silvio Mancuello en dos cuotas, con esfuerzo y esperanza junto a su esposa, para tener un ahorro y dar de beber leche a su hija de 4 años.Foto referencial: es.123rf.com.
Descripción de la imagen

Un hecho de abigeato ocurrido en la madrugada de este martes conmocionó a los vecinos de San Ignacio, Departamento de Misiones. Los delincuentes faenaron la única vaca, preñada, de un hombre que la compró a cuotas.

Delincuentes faenaron con absoluta tranquilidad una vaca de aproximadamente 400 kilos, preñada, atada detrás de una vivienda. El abigeato ocurrió en plena zona urbana, entre la inmobiliaria Jardín del Sur y el barrio San Rafael.

El animal había sido adquirido recientemente por Silvio Mancuello en dos cuotas, con esfuerzo y esperanza junto a su esposa, para tener un ahorro y dar de beber leche a su hija de 4 años.

La escena del crimen revela una ejecución meticulosa, los restos fueron hallados a escasos cincuenta metros del lugar donde estaba atada, en un patio baldío rodeado de viviendas.

Menudencias, cabeza, espinazo y sangre fresca indicaban que el hecho ocurrió entre las 2:00 y 3:00 de la madrugada. El alambrado cortado y las huellas de un vehículo, presumiblemente un automóvil, confirman la logística del delito.

“(La vaca) era un ejemplar hermoso. Mi hermana se la vendió a mi hermano por G. 4.500.000. Él acababa de terminar de pagar la segunda cuota. Por fin, la vaca ya era de ellos. Estaban ilusionados, ahorraron para tener su animal como todos nosotros. Hoy no quiso ni tocar los restos, y su esposa se quedó llorando. Nos llena de impotencia (esta situación), nos deja sin palabras. Ya ocurrieron muchos casos y las autoridades no solucionan”, relató con angustia Juan Mancuello, hermano de la víctima.

Este no es un caso aislado, según los vecinos, ya que los abigeos han perdido el miedo y ahora operan incluso en zonas residenciales.

“La policía debe actuar. La carne está carísima. Uno se sacrifica con esperanza para tener algo y al final no sirve de nada. Ya no se puede tener nada por culpa de los delincuentes”, sentenció Mancuello.

El hecho pone en evidencia la creciente inseguridad rural y urbana, y la urgencia de una respuesta firme por parte de las autoridades.

La comunidad exige justicia y medidas concretas para frenar esta ola de delitos de abigeato que amenaza el sustento de familias trabajadoras.