Al menos 130 personas fallecieron durante un megaoperativo policial realizado en los complejos Alemão y Penha, ubicados en la zona norte de Río de Janeiro, Brasil, según los reportes actualizados de las autoridades locales.
De acuerdo con las informaciones oficiales, entre las víctimas se encuentran cuatro agentes policiales, mientras que el resto —alrededor de 128 personas, fueron identificadas preliminarmente como presuntos integrantes de facciones criminales que operan en las favelas intervenidas.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, defendió la acción de las fuerzas de seguridad, afirmando que la operación contra el denominado “Operativo Vermelho” fue un “éxito contra el crimen organizado”. El mandatario sostuvo que los únicos inocentes fallecidos fueron los policías.
Hasta el momento, las autoridades no confirmaron identidades individuales ni especificaron si entre los muertos se encuentran civiles ajenos al conflicto. Organismos de derechos humanos ya iniciaron investigaciones ante posibles abusos y ejecuciones extrajudiciales cometidas durante el procedimiento.
La operación, considerada una de las más sangrientas en la historia reciente de Río, ha generado fuerte polémica y críticas internacionales por el uso desproporcionado de la fuerza en zonas densamente pobladas.


 
