El actual Gobierno se encontró con una emisión récord de licencia de importación de cemento, que provocó una gran acumulación de stock en la producción local. De manera gradual se están reduciendo las cantidades autorizadas, pero no se puede bajar de 100 a 0 en 24 horas, según explican.
El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, se refirió a la preocupación de las cementeras locales hacia la enorme cantidad de cemento que abunda en el mercado, debido a la importación indiscriminada de este producto.
“Fue este gobierno el que cortó la importación de cemento y que, incluso, ante una emisión récord de licencia, sacó esa licencia firmada por la anterior administración”, explicó Giménez, en comunicación con medios de la capital.
Informó que, el nivel de stock interno es grande, precisamente debido a las autorizaciones otorgadas antes del 15 de agosto, que causaron la acumulación de la producción.
No obstante, se está reduciendo el número de manera gradual e importante, pero esa disminución no puede ir abruptamente de 100 a cero en 24 horas, ya que aquellas autorizaciones también generaron un comercio de importadores que se establecieron en el país.
En tal sentido, lo que se concedió ahora fue un cupo para el próximo trimestre por un total de 30.000 toneladas de cemento, que, anteriormente llegaban a 50.000 por los tres meses. “Entiendo el disgusto de haber otorgado una pequeña licencia, pero esto tiene que ser paulatino”, señaló el ministro.
Apenas dos semanas antes de marcharse, la administración abdista, a través del ministro de Industria, Luis Alberto Castiglioni, autorizó la importación de 80.000 toneladas de cemento, pese a que todavía estaban pendientes de ingreso otras 60.000.
A nivel nacional, la demanda estimada es de 120.000 toneladas al mes, mientras que la capacidad de producción llega a 180.000 toneladas, según el gerente de Yguazú Cementos, Andrés Wardle.