Una situación alarmante de la precarización del trabajo revela el estudio “Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar?”, cuyo capítulo paraguayo fue presentado ayer, a criterio del doctor Dionisio Borda, quien lideró la investigación local.

Entre los resultados se evidencia que de entre los jóvenes más pobres existe un 20% que está fuera del sistema educativo, y que el 51% de esos citados quedan rezagados por problemas económicos, además de otro 17% de ese segmento que es impedido a trabajar por maternidad o paternidad temprana.

Por su parte, Cynthia González, una de las investigadoras por Paraguay, destacó en su presentación que el 20% de las mujeres jóvenes (de 15 a 24 años) son consideradas personas pertenecientes a la categoría nini; es decir, que no trabaja ni estudia; mientras que en la categoría “solo trabaja” la mayoría está conformada por hombres.

La economista refirió además que detrás de estos datos existe una realidad en la que se relacionan los segmentos de “solo trabaja” con los “nini”, porque en ambos hay mucha influencia de la maternidad o la paternidad temprana: las mujeres se encuentran más dentro del hogar y los hombres salen a trabajar para generar recursos.

“Si distribuimos a los jóvenes por rangos de edad, observamos el grupo de los ninis concentrados en jóvenes mayores; es decir, aquellos que ya salieron de la educación media o deberían haber salido. Claramente, luego de los 17 años se reduce de manera significativa el grupo que solo estudia y aumenta el que solo trabaja. Ahí se ve dónde se da el punto de inflexión”, resaltó.

En cuanto a las barreras que los jóvenes creen que existen al momento de encontrar trabajo, la principal evidenciada es la falta de habilidades técnicas, cognitivas, socioambientales y la experiencia laboral.

Sobre las políticas públicas, Borda mencionó que las recomendaciones son reducir las limitaciones en torno a la formación de jóvenes mediante transferencias condicionadas, acceso a becas y mejora de la calidad educativa; al tiempo de trabajar en la intermediación laboral para reducir la brecha entre la oferta y la demanda laboral.

“También es importante invertir en capital humano para ofrecer una economía más inclusiva para los jóvenes”, destacó el experto.

La encuesta mostró que en América Latina y El Caribe, el 41% de los jóvenes se dedica solamente a estudiar o capacitarse; el 21% trabaja, un 17% realiza ambas actividades y el 21% restante pertenece al grupo de los ninis.

Fuente: Diario Ulitma Hora