El director de Meteorología, Eduardo Mingo, afirmó este miércoles que las intensas precipitaciones que azotaron a gran parte del país es el efecto del fenómeno de El Niño que ya está en su último tramo, haciéndose sentir con mayor fuerza.
“El dato parcial del aeropuerto Silvio Pettirossi que tomamos como referencia es de 106 milímetros de agua caída desde que empezó a llover allá por las dos de la madrugada hasta las 8 de la mañana”. Dijo que estaba prevista unas precipitaciones de esa intensidad.
“En líneas generales tuvimos avisos sucesivos y siempre estamos lanzando y de repente pasamos por pastorcillos mentirosos. Pero tenemos la presencia de El Niño, tenemos la presencia de las nubes de tormentas, entonces no hay que descuidarse”, manifestó Mingo.
Explicó que Central y el departamento de Caaguazú fueron los más afectados por la tormenta, por el desborde de arroyos e inundaciones de viviendas. “Esto tuvo que haber sido El Niño durante primavera y verano, y se está manifestando ya casi a finales de su vida según el indicador. Entonces, no es para poner miedo, pero en realidad nos habíamos salvado bastante ya de este tipo de eventos en los últimos tiempos”, sostuvo.
Mingo consideró “muy alta” la tasa de precipitación. “Estuvimos calculando que en media hora llovió 32 milímetros, son 32 litros por metro cuadrado en la primera hora de lluvia. O sea, es como para saturar todo lo que hay y después sucesivamente, desde las dos hasta las ocho toda esa cantidad distribuida en esos valores de al menos 30 ó 40 milímetros cada media hora en ese primer momento”, puntualizó.
El meteorólogo admitió que fueron también sorprendidos por la intensidad de las precipitaciones. “En Ñeembucú ahora no llovió, pero sí estuvo lloviendo en el transcurso de la semana, en un punto se reportaba 80 milímetros y en otro punto aparentemente más de 100. Entonces esa es la aleatoriedad de la lluvia, es decir, pudo haber llovido 106 en el Silvio Pettirossi, pero tenemos una estación de Lambaré que estuvo reportando 70 milímetros nomás”, mencionó.