Pedro Juan Caballero, Amambay – La ciudad fronteriza volvió a ser escenario de un violento crimen en pleno horario escolar. Este jueves, alrededor de las 11:50 horas, el abogado Gustavo Medina Carneiro, de 44 años, fue ejecutado a balazos por presuntos sicarios cuando se encontraba frente a la Escuela Adventista, en el barrio General Díaz, con la intención de retirar a sus hijos.
Según datos preliminares de las autoridades, los atacantes se movilizaban en un vehículo y aprovecharon el momento en que la víctima bajaba de su automóvil para sorprenderlo con múltiples disparos de arma de fuego. El ataque, ocurrido en una zona transitada y en plena luz del día, causó pánico entre padres, estudiantes y docentes que se encontraban en las inmediaciones del centro educativo.
Gustavo Medina Carneiro no era un desconocido para las fuerzas del orden. El abogado estaba siendo investigado por su presunta participación en una estructura criminal desbaratada durante el operativo “Pavo Real”, una de las mayores acciones contra el crimen organizado en la zona. Según informes de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), la organización criminal a la que estaría vinculado Medina poseía más de 100 propiedades registradas a su nombre, incluyendo dos hoteles de lujo en Pedro Juan Caballero, valuados en USD 150 millones y USD 2 millones respectivamente.
Las autoridades del Ministerio Público y agentes de Criminalística de la Policía Nacional ya se encuentran trabajando en la recolección de evidencias en el lugar del crimen, así como en el análisis de imágenes de circuito cerrado de la zona, con el objetivo de identificar a los responsables.
El hecho ha generado nuevamente alarma en la ciudadanía, que reclama mayor seguridad ante la creciente ola de violencia que azota a Pedro Juan Caballero, conocida por ser una zona de operaciones de organizaciones criminales ligadas al narcotráfico y el sicariato.
La Fiscalía aún no ha emitido un comunicado oficial sobre las hipótesis del crimen, pero se presume que el móvil estaría ligado a ajustes de cuentas en el marco de las investigaciones por lavado de dinero y crimen organizado. Mientras tanto, los hijos del abogado fueron asistidos psicológicamente y se encuentran bajo resguardo familiar.
Este nuevo atentado vuelve a poner en evidencia la complejidad del escenario criminal en la frontera, y plantea nuevamente interrogantes sobre la eficacia de los mecanismos de protección y la lucha contra el crimen organizado en Paraguay.