El Ministerio de Justicia investiga el irregular traslado de dos condenados por narcotráfico. Flaviano Giménez y su hijo Flavio Junior Giménez Spaini fueron derivados de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú hasta la Penitenciaría Regional de Villarrica.

Y el detalle que desató la sospecha y apertura de pesquisa, es que se dio sin argumento suficiente, y que el trasfondo de la movida implicó el pago de una propina de 50 millones de guaraníes, para obtener ese beneficio. Ambos reos habían sido procesados por el exfiscal Marcelo Pecci, y luego el juzgado determinó sus respectivas condenas.

El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, confirmó que el traslado se verificò entre el viernes y el sábado pasados.

Al tomar conocimiento del hecho ordenó la apertura de un sumario que determinará responsabilidades y la penalización que corresponda.

La nota de pedido de traslado, conforme la pesquia, fue redactada por otro interno de Tacumbú, cuya identidad es Julio César Duarte Servián, procesado por lavado de activos y secuestro. Esa nota luego fue tomada y respondida positivamente por parte del director del penal, Luis Esquivel. Este, de acuerdo a los informes que se maneja, justficò como explicación del traslado “acercamiento familiar”.

En conversación con periodistas, Nicora anunció su posición, diciendo que el argumento no es válido cuando se trata de personas con altos perfiles de peligrosidad.

“No es suficiente cuando hablamos de este tipo de perfiles, por eso se les trajo de nuevo a Tacumbú hasta que nos llenemos de los documentos”, afirmó.

El Ministerio de Justicia pidió los documentos que acrediten la participación de todos los involucrados, así como la lista de personas que acompañaron a los internos durante la derivación de los reos al penal de Villarrica.

La investigación que lleva a cabo Asuntos Internos està basada en la sospecha de que presuntamente el traslado “humanitario” habrìa tenido un costo de 50 millones de guaraníes.