Hoy, 2 de noviembre, se conmemora el Día de los Fieles Difuntos y desde la iglesia católica instan a no olvidar a aquellas personas que dejaron un legado muy importante en la vida de sus seres queridos. En este día la feligresía celebra misas y visitan cementerios para orar por sus familiares que partieron.
“Es un día tan especial en el que vamos a visitar a nuestros seres queridos que partieron de la vida terrenal y se ofrecen misas. No podemos olvidar a aquellos que han participado de la gracia de Dios y es importante recordarlos en nuestras oraciones”, explicó el padre Ismael Fuentealta.
Explicó que la muerte desde el punto de vista humano es un enigma; que tiene un simbolismo de dolor, tristeza, separación y una despedida, pero tiene un significado bastante profundo. “Esto se refleja en Jesucristo quien vino a someterse al yugo de la muerte, que ya no tiene poder sobre él, porque fue el único que ha vencido a la muerte, que trajo la verdadera vida”, aclaró.
Tres misas
Indicó que el Día de los Difuntos tiene un significado muy especial porque no es el fin, sino que es el paso necesario para la verdadera vida eterna. “El propio San Pablo decía que la verdadera muerte no es la muerte física, sino que es el pecado. Vemos que nuestro señor venció la muerte física y vino a redimirnos del pecado de nuestros primeros padres”, apuntó.
El sacerdote indicó que cada 2 de noviembre se recuerda a aquellos que ya se han salvado y que se encuentran en el purgatorio. “La Iglesia Católica quiere ayudar a aquellos quienes murieron en el amor de Cristo y la gracia de Dios, pero que necesitan de un tiempo para expiar sus culpas en lo que se refiere a la pena temporal y se ofrece tres misas en todos los templos”.
Afirmó que las misas son para orar por aquellas almas y que puedan purificarse para entrar al reino de los cielos. “Cuando uno participa de la misa, la feligresía puede ofrecer por algún familiar que ha fallecido y logran la indulgencia. Cuando uno recibe la indulgencia plenaria y ofrece por intercepción de un fiel difunto para que pueda subir al cielo”, acotó.
Indulgencia plenaria
Para lograr la indulgencia plenaria, uno debe confesarse, acercarse al sacramento de la reconciliación, poder comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre. “Rezando un Padre Nuestro y un Credo, vamos a poder ofrecer la indulgencia plenaria a nuestros fieles difuntos y puedan subir cuanto antes al cielo”, puntualizó.
Señaló que el hecho de recordar a los seres queridos que ya fallecieron es muy emotivo, por lo que es muy importante ir a visitar los cementerios y agradecer por los momentos vividos con esta persona. “En esta fecha todos los fieles católicos deben participar de la misa. Invitamos a que participen en las misas y coloquen los nombres de sus familiares fallecidos en las intenciones, para que logren la indulgencia”, aseguró.
Respeto a los antepasados
Para el antropólogo y teólogo Virgilio Silvero Arévalos, el Día de los Difuntos es un momento de reflexión sobre la memoria y el legado, así como una manifestación de respeto hacia los antepasados. En Paraguay es una tradición significativa visitar los cementerios para honrar a los seres queridos fallecidos, llevando ofrendas como flores y velas.
“En Paraguay, esta celebración se entrelaza con la rica herencia cultural guaraní, donde los rituales y costumbres reflejan un profundo respeto por la muerte y una creencia en la continuidad de la vida en otras formas. Al honrar su memoria a través de ofrendas, como flores, comidas, golosinas y rituales que evocan la oralidad de nuestro pueblo, reafirmamos de esta manera nuestra fe y nuestra identidad cultural”, aclaró.
Aseguró que en Paraguay se siguen teniendo tradiciones muy marcadas como hacer un karu guasu en memoria de sus difuntos, visitar los cementerios y entregar golosinas. “A nivel país, algunas familias continúan esta costumbre ofreciendo comidas y golosinas, reflejando una práctica que ha evolucionado desde las antiguas tradiciones paganas”, aclaró.