El ministro de Transporte de Argentina, Diego Giuliano, ratificó la decisión del Gobierno de ese país, de seguir cobrando un peaje por la circulación en la hidrovía.

“Es importante aclarar que este cobro es por un servicio, específicamente el acondicionamiento de la vía navegable”, dijo Giuliano, en una entrevista concedida a medios de Argentina.

Sostuvo que el no se trata de un arancel y que tampoco afecta la libre navegación de los ríos. También aseguró que no se discrimina por banderas, pues, la diferencia tarifaria se establece entre el cabotaje nacional y el tráfico internacional, supuestamente sin desconocer acuerdos multilaterales de la Cuenca.

Por si fuera poco, agregó que algunos actores “estaban acostumbrados a no pagar durante una década”, y que, aunque se comprende la resistencia al cambio, Argentina mantendrá su posición y exigirá intervención de la justicia en los casos en que no se cumpla el pago del peaje en tiempo y forma.

A esto se suma que la Justicia argentina rechazó, en segunda instancia, un pedido de cautelar interpuesto por navieras paraguayas, bajo el argumento de que el cobro no se trata de un impuesto, sino de un peaje y que no encontraron pruebas de un perjuicio económico para las empresas paraguayas.

Durante la primera sesión del Parlasur con los nuevos representantes paraguayos, los parlamentarios argentinos justificaron el cobro del peaje en la hidrovía, alegando que no lo catalogan como un arancel ni como un corte a la libre navegación.