El fin de semana pasado, en San Cristóbal, Alto Paraná, un albañil denunció ante la Policía Nacional un supuesto intento de tráfico de niños hacia Brasil con el fin de extraer y vender sus órganos en el mercado negro. Sin embargo, el denunciante sufre aparentemente de algún trastorno o alucinaciones.
De acuerdo con la información disponible, Antonio Aranda Villasboa, de 37 años, estaba trabajando en una vivienda en construcción cuando, según él, sus compañeros de trabajo Cristian y Polaco llegaron al lugar y se dirigieron a una habitación contigua. Desde allí, habrían lanzado humo hacia la pieza donde se encontraba Aranda a través de un agujero, lo que hizo que se quedara dormido. Al despertar, afirmó haber visto a sus colegas con cinco niños de entre 4 y 5 años, que presuntamente serían llevados a Brasil para la venta de sus órganos. Tras escuchar que luego se encargarían de él, Aranda huyó del lugar para buscar ayuda.
La Policía Nacional acudió de inmediato al sitio pero no encontró a nadie. Contactaron al responsable de la obra, quien a su vez se comunicó con Cristian y Polaco. Estos últimos habían salido del lugar el Viernes 19 de Julio y aseguraron encontrarse en sus casas en San Juan Nepomuceno, Caazapá. Ambos prometieron presentarse ante el Ministerio Público.
Los intervinientes indicaron que Aranda fue sometido a una prueba de alcoholemia, la cual resultó negativa. Sin embargo, se sospecha que pudo haber sufrido una alucinación debido al consumo de ciertos medicamentos. Mientras estaba en la Comisaría 20.ª, Aranda también afirmó haber recibido la visita de su pareja, pero nadie había llegado al lugar para verlo. Continúan las investigaciones en torno al caso.